“Me gusta” versus abrazos: conexión en la convergencia analógico-digital
Las nuevas tecnologías promueven nuevos vínculos sociales, y nuevas formas de transmisión, recepción y difusión de la información. Suman nuevos espacios de intercambio, nuevas oportunidades de interacción y nuevas herramientas para la comunicación. Transforman cómo nos percibimos, pensamos, actuamos y relacionamos con el mundo.
Esta pregnancia de las nuevas tecnologías supone, también, nuevas formas de interacción con las marcas. Las herramientas digitales abren nuevas oportunidades de contacto, y ofrecen la posibilidad de personalizar los entornos, mensajes y campañas en función de las necesidades, intereses y características de cada cliente.
A la hora de llevar adelante acciones y campañas, las ventajas de las TIC son muchas:
Contacto direccionado e individualizado.
Perfiles de usuarios y recolección de data para una comunicación personalizada.
Entornos diferenciados según los públicos, para generar experiencias para targets específicos.
Mayor alcance de la difusión.
Creación de redes de contacto en constante retroalimentación.
Feedback permanente y posibilidad de interacción multilateral entre marcas y públicos.
Ante todo lo positivo que aporta la incorporación de las nuevas tecnologías en las estrategias de las marcas se advierte, sin embargo, la necesidad de combinar medios digitales con acciones presenciales, que promuevan un contacto directo de las marcas con sus públicos.
Es importante entender que vivimos en un mundo donde lo digital converge necesariamente con lo analógico, conformando una realidad múltiple, que se extiende por diferentes medios, plataformas y entornos.
Las marcas deben aprovechar esta convergencia, y complementar la expansión de las interacciones virtuales con un refuerzo de experiencias presenciales, que siguen teniendo un impacto duradero y que son centrales para crear lazos significativos con los clientes. Al “like” y al apoyo de las campañas por medios digitales se suma, así, la fuerza de lo vivencial, generando un compromiso más potente y una pregnancia mayor de los mensajes.
La generación de eventos presenciales implica:
La materialización de la identidad y el concepto de una marca y producto en una acción concreta, fácilmente identificable.
La creación de experiencias memorables, de alto impacto.
El involucramiento a través de la apelación a emociones y vivencias.
El vínculo con la marca en un espacio concreto, que genera un corte con lo cotidiano y rutinario.
La llegada a un público que prefiere los encuentros presenciales a la interacción mediada por la tecnología.
Esta fuerza persuasiva de las experiencias vivenciales tiene que aprovecharse y, a su vez, potenciarse desde los medios digitales. Por eso, desde IT&P buscamos reforzar la convivencia de lo analógico y lo digital, para participar de la creación de un mundo donde ambas realidades se fusionan y enriquecen mutuamente.